La respiración es una función vital que realizamos varias veces al día, por eso una correcta respiración nos aportará mayores beneficios a nivel físico y psíquico.
Con una correcta respiración oxigenamos mejor nuestra sangre y se alimenta nuestro organismo a nivel celular, esto conlleva a una mejoría en la circulación tanto a nivel
sanguíneo como linfático. Expulsamos toxinas del cuerpo y mejoramos el tono de piel. Calma el cuerpo y mente, facilita la concentración a la hora del trabajo de activación muscular.
-Si realizamos una respiración que sólo involucra la parte superior de la caja torácica obtendremos como resultado un uso excesivo de la musculatura respiratoria accesoria provocando tensión en la zona del cuello y espalda.
-Si la respiración se produce hasta la parte inferior de la cavidad abdominal relajaremos completamente la musculatura del abdomen y como consecuencia quedará desprotegida nuestra columna durante la ejecución del ejercicio.
Respiración media o intercostal
-Llevando la respiración hacia la parte inferior de la caja torácica ya que obtendremos un mayor intercambio gaseoso, es decir, respiraremos de una manera más eficaz.
De esta manera activaremos la musculatura profunda estabilizadora del tronco.
¿Cómo se realiza?
Para ello, visualizaremos un globo que se hincha, llevaremos el aire hacia la parte inferior de la caja torácica y en 3 dimensiones es decir, al inhalar (por la nariz) dirigimos el aire a los laterales, parte porterior y parte anterior. Simultáneamente cuando realicemos la exalación (por la boca) contraemos el suelo pélvico para activar el transverso del abdomen y posteriormente los oblicuos abdominales.
Contracción del suelo pélvico
La contracción del suelo pélvico ayuda a la activación del transverso abdominal y con ello a estabilizar la caja torácica y la pelvis.